domingo, 1 de mayo de 2011

Propuestas de mejora del reto blogger

A estas alturas del Domingo casi todo lo que puede proponerse para mejorar el reto blogger parece ya dicho.

Alguien que desde fuera lea con asiduidad los post de los componentes del reto blogger probablemente se lleve una impresión equivocada de lo que el reto blogger es.

Y es paradójico que lo diga yo, pero después de unos cuantos meses con la bandeja de entrada de gmail petada de correo al que no he podido dedicar toda la atención que en ocasiones se merecía, pero creo que en el reto lo de menos son los post.

Como muy bien dejan ver algunos de sus integrantes, el interés que podría tener como herramienta coercitiva para mantener el blog actualizado ha pasado a un segundo plano, más que nada porque también ha desaparecido en gran parte el interés por mantener el blog actualizado.

La propuesta de apuestas múltiples ligadas a la consecución de desafíos personales de Pablo desarrolla esa línea propuesta también por Morito.

La segunda línea de evolución del reto blogger propone un enfoque de contribución común .

Y a mi esta opción me gusta.

Así que mi propuesta es que cada semana alguien en el reto escriba de manera anónima un post. Las puntuaciones se darían con el mismo esquema que hasta ahora, es decir 0, 1, 3 o 5 puntos. La temática sería libre y al escribir un solo participante cada semana solo sería necesario escribir un post cada 12 semanas...Demasiado.

Lo reformulo; cada semana dos post anónimos, votaciones con el mismo esquema y temática libre, que se enviarían al arbitro para su publicación y contabilización.

Sería un post cada 6/7 semanas lo que con 4 post por integrante daría un total de 28 semanas, un poco más de medio año.

Por terminar diré que tengo la sensación compartida con algún gordito pedigüeño de que probablemente me toque ver la próxima edición desde la barrera...Sea como sea mereció la pena y además no importa lo que pase el fin está cerca...

domingo, 24 de abril de 2011

Diferencias

Esta mañana de domingo me he despertado con una sensación que en mis últimos fines de semana se ha convertido en norma, tenía que trabajar.
El caso es que necesitaba un rato tranquilo delante del ordenador y al sugerirle a mi mujer que se llevase a los niños fuera de casa me ha respondido que yo me pusiese a lo mio que ella sacaba a los niños al jardín y se ocupaba de ellos.
Es posiblemente la peor opción posible para mi, me cuesta dios y ayuda, por no decir que me resulta directamente imposible concentrarme con dos niños cerca. A ella no, sorprendentemente para mi, puede hacer algo con los enanos cerca.

Al principio he pensado en ese lugar común que dice que los hombres somos incapaces de hacer dos cosas a la vez, y puede que así sea. A mi cualquier actividad que necesite algo de esfuerzo intelectual me resulta incompatible con prácticamente cualquier otra. Pero esto no significa que necesite un ambiente sin ruidos, necesito simplemente estar rodeado de cosas que me distraigan y los niños no son una de ellas.
Luego, recapacitando, me he dado cuenta de que algunas cosas si soy capaz de compaginarlas, actividades manuales simples claro.

Como mi ocupación dominical no era la verdad muy apasionante he acabado compaginando la elaboración de una presentación con la divagación sobre que es lo que hará que nuestro cerebro funcione de una u otra forma; y he terminado recordado que los déjà vu no son sino pequeños cortocircuitos de nuestra red neuronal, o en lenguaje informático pequeñas secuencias de código corrupto o mal interpretado. De hecho entre las teorías explicativas del déjà vu figuran varias explicaciones sobre retrasos en la percepción de una imagen entre uno y otro ojo, o de fallos de comunicación entre los hemisferios cerebrales que llevarían a nuestro cerebro a interpretar erróneamente lo que vemos, igual que haría una cpu a la que se le altera el orden de los comandos que recibe.

¿Nunca os ha pasado que ante una situación habitual y que no tiene nada de extraña de repente percibís algo distinto en el ambiente? ¿O que un lugar por el que has pasado infinidad de veces parece de repente nuevo? Pues probablemente vuestro cerebro este patinando sobre un retardo en la percepción de alguno de vuestros sentidos.
Sin duda hay explicaciones menos prosaicas, pero no deja de ser gracioso que nuestro cerebro, que está preparado para afrontar en base a nuestra experiencia percibida nuevas situaciones por similitud, se deje engañar por un simple fallo de retardo.

Y como ya he divagado lo suficiente os deja con un recomendable vídeo de divulgación científica.



Segunda parte:

domingo, 17 de abril de 2011

herramientas online de utilidad

La verdad que para alguien que, como yo, utilice Internet para leer el periódico, consultar el correo y poco más, no disponga de iphone y encima ande necesitado de tiempo la mayoría de herramientas online que le son de utilidad tienen que cumplir con el doble requisito de no exigir ni mucho tiempo para conocerlas ni mucho esfuerzo para poder usarlas.

La verdad que, supongo que por pereza, no uso ni los servicios de banca online, soy muy despistado y me cuesta mucho esfuerzo no perder las contraseñas o las tarjetas con las combinaciones de códigos de acceso y además como no suele necesitar hacer transferencias ni otros movimientos muy a menudo el tiempo que transcurre entre un uso y otro ha terminado por rematar mi paciencia con estos servicios.

Se que hay multitud de herramientas que te ayudan a guardar contraseñas y, cambiando de tercio, soy consciente de la vulnerabilidad de mis datos. De hecho y alentado por el excelente post de Fernando Plaza acabo de instalar Dropbox en mi Pc, más que nada por las fotos que en él guardo. Pero el caso es que no consigo engancharme, por así decirlo, a la multitud de herramientas online que pueblan la red.

En fin que la única herramienta online (gmails, googledocs, etc. aparte) que uso últimamente es grooveshark, competencia de spotify y que tiene la enorme ventaja de que no necesitas instalar nada en el ordenador, con lo que si en tu lugar de trabajo tienes que rellenar tres formularios y rogar a la virgen de Lourdes para que te instalen cualquier cosa tienes una alternativa aceptable para escuchar música mientras trabajas.

Como mi aportación me parece que no va a ir muy lejos me decanto por la mejor de las herramientas online existente, la red en si misma como forma de difundir ideas, y os dejo con un remake del clásico Pale Blue Dot de Carl Sagan que encontré el otro día en amazings y que con la excelente música de Hans Zimmer a mi modesto entender mejora la ya buenísima versión original (original para mi al menos, porque youtube está petado de versiones).

Espero que os guste.

domingo, 10 de abril de 2011

Optimismo porque sí

Desde que comenzó la crisis no falta conversación, artículo de opinión, conferencia o discurso empresarial o tratado sobre el estado anímico o económico de España que, en sus distintas versiones, mencione aquello de que las crisis hay que entenderlas como oportunidades de cambio y mejora.

De tan traído y llevado el adagio crisis-oportunidad ha perdido bastante de su originalidad y empieza a resultar más un mantra que otra cosa; se repite sin pararse a pensar en lo que implica y en ocasiones simplemente como una coletilla al uso (otro mantra muy de moda es la de la productividad o eficiencia, que en una u otra forma sirve últimamente para justificar cualquier chorrada de iniciativa).

Sin pretender restarle nada de valor a esa forma de enfrentar los problemas que es en realidad esa transformación perceptiva de crisis en oportunidad tengo que decir que últimamente estoy un poco cansado de él.

Quizá es porque no es de tan fácil aplicación como la mayoría de los que lo usan como núcleo de sus discursos vitales pretender hacernos ver, pero el caso es cada día lo encuentro un poco menos estimulante.

Y no es porque no lo considere útil pero últimamente prefiero una simplificación del mismo. Ya estoy cansado de las chorradas tipo "si lloras porque no puedes ver el sol las lagrimas no te dejaran ver las estrellas" a lo que añadiría que eso será si es de noche y no hay nubes, o no eres ciego o no estás encerrado en un bunker tras un apocalipsis nuclear.

Me quedo con algo tan simple como enfrentar los días lo más contento y feliz que pueda, sin autocompadecerme ni regodearme en la mala leche y la tristeza. Esto último es algo que en las sociedades modernas no es tan sencillo de realizar, liberados como estamos de la mayoría de las necesidades de subsistencia básica, parece que o encontramos un motivo de lucha o nos hundimos en una especie de banalidad existencial gris y oscura.

En fin que como amargarse no suele servir de mucho creo que el mejor enfoque para estos tiempos, y en general para cualquiera, es el que de la mejor forma posible mostraron los Monty Phyton:



Y como muestra del espíritu puesto en práctica, el mejor funeral de la historia:

domingo, 3 de abril de 2011

Cosas que me revientan

Como a todo el mundo el listado de mis aversiones personales depende mucho de como me levante. Hoy en concreto me molesta la lluvia porque tenía pensado pasarme la tarde plantando en mi huerta, así que he tenido que adelantar la redacción de este post y posponer una semana mi sesión hortícola.

Y dicho esto, sin ánimo exhaustivo y sin que el orden implique grado algo de prelación en mis odios personales, ahí va mi lista:

1.- Los Seat León FR de color negro, medio tuneados y con peluches en la bandeja del maletero (incluye a sus ocupantes).

2.- Las señoras rubias con todoterrenos enormes que aparcan en el carril bus-moto-taxi para hablar por el móvil.

3.- La química inorgánica.

4.- La novela histórica (como casi todo con honrosas excepciones).

5.- La expresión "poner en valor", galicismo en boca de todo político en activo.

6.- Los paraguas.

7.- La gente que da la mano apretando fuerte y sacudiendo el brazo del saludado.

8.- Verdecora, Ikea y Leroy Merlin, porque me resultan tan necesarios como odiados.

9.- Los programas deportivos de la radio los domingos por la tarde, la liga BBVA, carrusel deportivo, el larguero, el Marca, el As y el Sport, radio Rock and Gol, Mourinho, el Calcio, el A.C. Milan, el Inter y el Schalke 04 (lo demás del fútbol sí me gusta)

10.- Bisbal, OT, Jorge Javier Vázquez, la veneno y Jaime Peñafiel.

11.- Las listas.

domingo, 27 de marzo de 2011

Nucleares

Desde que el Terremoto y posterior Tsunami Japones noquearon la central de Fukushima y sumieron a los medios de comunicación en una vorágine informativa sobre la energía nuclear no he dejado de sorprenderme de la cantidad de expertos en energía nuclear que habitan el cosmos informativo español. Resulta que, casualidades de la vida, a un servidor le tocó estudiar sobre energía y centrales nucleares.

El plan de estudios de ingeniero naval que yo cursé, un plan de estudios de 1976, estuvo fuertemente influenciado por la crisis energética de 1973, en aquel momento se suponía que la solución a los elevados precios del petroleo consecuencia de la guerra del Yon Kippur (se cuadruplicó el precio medio del barril de petroleo en poco menos de un año) era la propulsión nuclear marina.

De hecho hubo barcos mercantes con propulsión nuclear incluso antes de la crisis del año 1973, aunque los tiempos han demostrado que salvo para casos concretos como rompehielos árticos y submarinos estos buques arrastran unos costes de mantenimiento consecuencia de la seguridad que se les requiere que hacen inviable su explotación comercial, al menos hasta el momento.

El caso es que en las últimas semanas sobre algo tan técnico como la seguridad de las instalaciones nucleares, la vida media de los residuos de estas o las probabilidades de que terremotos o maremotos de fuerza 9 arrasen las costas españolas todo el mundo en los informativos y tertulias tiene una opinión.

Y a mi, que tengo la impresión de que algo más que ellos sí que se, al menos sobre un determinada parte, se me hace difícil entender como alguien que ha estudiado periodismo o derecho o nada puede tener una opinión formada sobre todos estos temas.

Vale que una mierda de blog de un mindundi de tres al cuarto no es el mejor sitio para sacar pecho, pero es que si yo, que tengo algo de formación técnica, no me siento preparado para tener una postura firme del tipo nuclear sí o nuclear no, no se cual es la autoridad moral que hace que ahora haya legiones de iletrados tecnológicos con firmes posturas sobre la conveniencia o no de la energía nuclear.

Y no me refiero a que no puedan tener opinión, todo el mundo tiene una y todo el mundo piensa que las de los demás apestan, y todo el mundo se forma sus opiniones en base a las de otros en quienes por afinidad de cualquier tipo o confianza o simple simpatía fundamenta su postura.

Pero una cosa es tener una postura y otra afirmar tajante y tan pancho en una tertulia que la central de Cofrentes o la que sea es del mismo tipo que la de Fukushima sin saber lo que es PWR, BWR o si funcionan con Uranio, Plutonio o a pedales.

Claro al final todos tenemos que opinar sobre esto, pero si los medios de información tiene por objeto informar ¿no sería más interesante informativamente un debate entre personas conocedoras del tema que entre los dos mismos periodistas que opinan sobre la sucesión de Zapatero o la situación de Libia? Al menos en los relativo a cuestiones técnicas.

Supongo que algo habrá en este post de corporativismo técnico, pero es que en ocasiones no consigo comprender la osadía de algunos habituales de los medios (y de muchos otros no tan habituales).

domingo, 20 de marzo de 2011

¿Mejorando el mundo?

¿Qué harías tu para mejorar el mundo? Yo la verdad no tengo ni idea. ES más ni siquiera se si es posible hacerlo.

Me explico. Es cierto que, como Fernando Plaza dice, el camino pasa por el refuerzo de la participación de la sociedad civil en las decisiones que se toman. Pero son nuestras visiones de un mundo mejor compatibles, supongo y espero que sí.

Sobre esta posibilidad de que todos podamos coincidir existe en el campo de la teoría de la decisión, los que hayan estudiado economía probablemente lo habrán estudiado en teoría del bienestar o en algún tema de economía pública, un teorema realmente revelador sobre el asunto. Su nombre ya aventura algo de pesimismo, Teorema de Imposibilidad de Arrow.

El premio Nobel de Economía Kenneth Arrow estudió en su tesis doctoral la teoría de la decisión social y llegó a una conclusión bastante curiosa.

Arrow estableció unas hipótesis de partida sobre las propiedades que cualquier sistema de decisión social, o lo que es lo mismo una función (por ejemplo la democracia) que decidiese sobre el conjunto de preferencias de todos los individuos debería cumplir:

1.- Dominio no restringido, o sea que la función de decisión social debe ser capaz de decidir en cualquier circunstancia.
2.- Optimalidad en el sentido de Pareto, básicamente y sin entrar en notaciones matemáticas significa que si todos los individuos prefieren respecto de un aspecto concreto (ejemplo impuestos) A a B (menos impuestos a más impuestos) manteniendo constantes el resto de decisiones (igual nivel de sanidad, medioambiente, defensa...) la función de decisión debe preferir A a B.
3.- Ausencia de dictadores, no existirá ningún individuo cuyas preferencias determinen siempre el sentido de la función de decisión.
4.-Racionalidad (o transitividad) si la función de decisión elije a A frente a B y a B frente a C, debe necesariamente elegir A frente a C.
5.- Independencia de alternativas irrelevantes. Si tenemos que elegir entre A y B la decisión debe ser independiente de la valoración relativa de A y B frente a cualquier otra opción que no esté relacionada con ellas . Esta condición afirma que si preferimos más sanidad a educación la decisión no puede variar si cambian el resto de condiciones que no están relacionadas a menos que los individuos dejen de preferir sanidad a educación.

Arrow estableció y demostró (con un número finito de individuos y al menos tres alternativas, o sea siempre) que no existe ninguna regla de elección colectiva que cumpla estas cinco condiciones. O lo que es lo mismo, no existe ninguna función de decisión (o forma de gobierno) que respete la coherencia de las preferencias de los individuos.

Existe la posibilidad de que limitando la condición de Independencia de alternativas irrelevantes mediante el método de Condorcet se de un sistema de elección que cumpla el resto, pero ya se empiezan a relajar las condiciones de respeto a las preferencias de los individuos.

O sea, ¿qué no es posible mejorar el mundo? Pues parece que mediante reglas basadas en la votación, no. Bueno no creo que sea así, supongo que casi todo el mundo anhela cosas parecidas, y aunque quizás difiera en el cómo, tampoco habrá tantas decisiones en las que las posiciones de los demás estarán directamente enfrentadas a las suyas.

Supongo también que hoy, en 2011, estamos mejor (con todo lo mal que podamos estar) mejor que en 1900 o en 1500 o en el año 100. Supongo, que siendo optimista mejorar el mundo consiste solo en seguir en él.