domingo, 27 de febrero de 2011

Puertas de atras

Hoy tocaba por petición de un amigo una receta, sushi, pero mucho me temo que tendrá que esperar a que encuentre los ingredientes adecuados. En su lugar voy a hablar sobre una noticia que encontré el otro día en Meneame.

La cosa tampoco tiene gran importancia; un diputado autonómico valenciano de Compromís le preguntaba al President de la Generalitat, Francisco Camps, que cuántas personas colocadas a dedo había en la Generalitat. El Molt Honorable (me encanta como suena, va sin segunda, eso de molt honorable) le soltó que el 0,001% y listo.

La noticia no es que haya un 0,001% o un 50%, no hay noticia. Es el típico ejemplo de pregunta de guerrilla política. No quiero decir que no sea importante cuanta gente coloca a dedo un partido político en el ejercicio de patrimonialización de una administración. Pero es que el asunto es bastante más complejo que ¿Cuántos hay colocados a dedo? Y la respuesta correcta bastante más compleja que un simple número.

Y si lo que pretendía el diputado de compromís era saber el grado de abuso a la hora de nombrar personal por su estricta afinidad política lo que debería hacer es clasificarlos. Sin animo de exhaustividad ahí van las distintas formas de entrada por la puerta de atrás en la administración. Que conste que los ejemplos son de la Administración General del Estado, las Autonomías, Diputaciones y Ayuntamientos tienen un grado muchísimo mayor de desprofesionalización con lo que es muy posible que aumente el número.



Primero en la administración pura y dura (Ministerios y organismos puramente administrativos), es el sector donde más restringido están este tipo de nombramientos, al fin y al cabo está poblado de grises funcionarios celosos de sus competencias que mirarán siempre con desconfianza a esos enchufados del político de turno.



-Personal eventual. Asesores, jefes de gabinete , etc. Su nombramiento atiende a criterios de estricta confianza política y su cese se produce automáticamente cuando cesa el que los nombró. Aunque parezca un chollo no lo es tanto, suelen tener ritmos de trabajo desquiciantes (aunque de todo habrá), no tienen derecho a indemnización cuando los largan (que al final siempre los largan) y sus meritos no cuentan, por ley, para el acceso a la función pública. Actualmente el Real Decreto de aprobación de la estructura orgánica de los Ministerios fija el número de asesores por Vicepresidencia, Ministerio y Secretaria de Estado con lo que se pone coto a las tentaciones de aumentar el número de este tipo de personal.



-Personal laboral bajo el régimen de alta dirección. Cuando no tienes puestos de personal eventual, sacas una convocatoria de personal laboral de alta dirección, sus condiciones laborales no son objeto de negociación colectiva y aunque requieren de una convocatoria pública los méritos que se consideran suelen ser un copia pega del curriculo del que lo ocupará. Para ser justo hay que decir que no siempre se dan estos casos y que hay personal que simplemente sería imposible de encontrar bajo condiciones propias del funcionariado o del convenio colectivo de la Administración General del Estado.



Sector empresarial (que lo integran Entes Públicos Empresariales, Empresas Públicas y engendros jurídicos de distinto pelaje). Desde empresas que tienen a la administración como único accionista (o accionista mayoritario) a entes con carácter empresarial en mayor o menor medida se rigen en cuanto a sus relaciones laborales por el derecho del trabajo.



Aquí todo puesto que no esté en el convenio colectivo es susceptible de ser ocupado por un amigo del político de turno. En lo referente a los puestos que no son de dirección aunque las convocatorias públicas están sometidas a los principios de igualdad, mérito y capacidad estos no rigen con la misma intensidad que para los funcionarios. No hay examenes se valora el curriculum de acuerdo con lo que establecido en la convocatoria y se elige al mejor candidato. No quiere decir que todo el mundo sea un enchufado, ni mucho menos pero el sistema es mucho más permeable a presiones políticas que el del funcionariado. En el caso de la Administración del Estado he de decir que si bien los puestos de dirección se ocupan por criterios de confianza estrictamente político/personal el resto suelen mantener un grado aceptable de "limpieza".



La lista sería interminable pero para que os hagaís una idea hay un total de 2.347 empresas públicas (estado, autonomías y entidades locales)...pues echad cuentas.

Saludos.

domingo, 20 de febrero de 2011

5 cosas que hacer antes de morir

Escribir sobre lo que te gustaría hacer antes de morir tiene mucho de inventario personal de retos pendientes, y a mi, la verdad, hoy no me apetece demasiado repasar el debe y el haber de mi contabilidad vital. Así que voy a plantearme esas cinco cosas en sentido inverso.

Ahí van las cinco cosas que no quiero hacer antes de morir.

1.- No quiero volver a coger un atasco, congestión, cola, embotellamiento o aglomeración humana en lo que me queda de vida. No hay mayor placer que pasearse un martes laborable por el centro de una gran ciudad andando despacio, mirando a la gente atareada ir (en Madrid correr) de un lado para otro. Soy consciente de que estos momento tienen valor precisamente porque normalmente no puedes acceder a ellos, quien los tiene por norma u obligación no puede apreciarlos. Por eso merecería la pena poder repetir a voluntad esa sensación de libertad efímera.

2.- No quiero volver a discutir, nunca, con nadie. Quiero que todo me de igual, me resbale, me la pele. Pero no porque pase de todo, sino porque me sepa a mi mismo por encima del mundo. Como se sentiría el dueño de un terrario si pudiese llegar a saber que sus hormigas se han enfadado con él.

3.- No quiero volver a tener prisa. Quiero que la semanas y los días vuelvan a tener la cadencia de los veranos cuando tenía 7 u 8 años. Quiero levantarme descansado y sin prisas, acostarme tarde, o temprano, sin contar las horas de sueño que me quedan por delante.

4.- No quiero saber cuanto cuesta nada. No significa que quiera mucho dinero (que lo quiero) sino no tener conciencia del coste de todo, y establecer una escala de medida de las cosas materiales distinta a la que el dinero nos hace tener.

5.- No quiero saber que no quiero nada de lo anterior. Quiero que todo lo anterior sea así sin pretenderlo, sin esperarlo. Que sea así porque así es.

Repasando me doy cuenta de que lo que quiero es algo muy parecido a lo que mis hijos tienen. Y me temo que lo que sucede es que cuando pasas el domingo por la tarde preparando trabajo para el lunes por lo mañana, y llueve, y hace frío en casa porque has estado fuera y no dejaste la calefacción encendida, es muy fácil tener la tarde tonta.

Mañana seguro que mejora.

domingo, 13 de febrero de 2011

La 2, los sábados y la ciencia

Desde que mis fines de semana consisten en una sucesión de paseos al parque, películas de Disney y sesiones de juego infantil he descubierto que los sábados por la noche no existe la tele. Ninguna cadena suele programar una película con tirón y encima si hay fútbol ya ni se molestan en disimular. Las opciones son: La Noria, que detesto, telefilmes varios, que detesto, o fútbol que detesto/ignoro. Como consecuencia acabo por ver La 2 por eliminación, y no es que no me guste su programación pero normalmente el sábado por la noche el cuerpo me pide lago más ligero que un documental sobre la polémica en torno a las vacunas, sobre la conmemoración de la liberación del campo de concentración de Mauthausen o el alza del precio de las materias primas. Aún así casi siempre termino por quedarme enganchado a la tele hasta que me duermo.
Ayer, por ejemplo, me indujo el sueño un amable ex-sicario de un cartel Mexicano contando como les quitaba trozos de piel de la espalda a sus torturados con una manta y un poco de gasolina para luego rociarlos con alcohol. Y es que, sin desmerecer para nada los documentales de la 2, ya sea en su vertiente de servicio público de fomento de las costumbres hispánicas (siesta) o como interesante complemento cultural y científico de los Grandes Hermanos, Donde estás corazón, etc., mi programa favorito era "Científicos de frontera".
El formato no era nada novedoso; entrevista a un científico precedida de un minireportaje sobre el entrevistado que pretende ponerte en situación. La presentadora tampoco es que sea la bomba, pero lo hace bien. Además el interés del formato residía en el juego que el científico daba, o mejor dicho en lo bien que se cuente y venda a si mismo y a su ciencia, por lo que un entrevistador al uso no haría más que molestar.
Solía ver el programa los lunes o martes en la web de rtve. A veces el entrevistado era un tostón, o el tema (aquí influyen mucho los gustos de cada uno) no te enganchaba, pero en ocasiones llevaban a un fuera de serie que trataba sobre algún tema interesante, y terminabas por acostarte a las tantas (que con dos niños es más allá de las doce como a cenicienta). Fue en este programa donde descubrí mi modelo para mi próxima reencarnación. Juan Ignacio Cirac. Físico experto en teoría cuántica , admirador de los Pixies y uno de los padres del computador cuántico. ¿Lo qué? Por favor ved el vídeo/s, se sale.









Y de postre The Pixies, Debaser.

domingo, 6 de febrero de 2011

Pizza tipo sushi de salmón y aguacate

Esta receta es una adaptación de una receta que aprendí en un curso de pizzas creativas en Cocina Cayena. Aunque se parte de una base de pizza el sabor y las texturas no tienen nada que ver con las pizzas tradicionales.

Ingredientes:
  • 250 gr de harina de fuerza
  • aceite de sésamo
  • aceite de oliva
  • salsa de soja
  • levadura (yo uso levadura fresca pero sirve también la levadura deshidratada (Royal o similar).
  • semillas de sésamo
  • queso fresco para untar
  • salmón fresco
  • aguacate

Casi todos los ingredientes los podéis encontrar en cualquier supermercado, incluso la levadura fresca, tan solo el aceite y las semillas de sésamo son un poco más dificiles de encontrar pero en cualquier tienda de comida regentada por chinos seguro que los venden.

Algunos consejos, el queso de untar si podéis que sea de marca (Philadelphia), el aguacate procurad que no esté demasiado maduro y el salmón que sea lomo, no rodajas, no da el mismo aspecto ni sabe igual.

Como en aquel anuncio aquí el secreto también está en la masa. Si no os va mucho el rollo panadero podéis optar por los preparados de harina para pizzas a los que solo tienes que añadirles agua y aceite de oliva y sustituir parte del agua por salsa de soja y parte (o todo) del aceite de oliva por aceite de sésamo. El aceite de sésamo tiene un fuerte sabor a ahumado así que aconsejo rebajarlo un poco con aceite de oliva.

Lo primero es diluir 20 gr de levadura, los paquetes que venden en Mercadona llevan 25 así que quitáis un trozo y listo, en 70 gr de agua tibia y dejarlo unos 5 minutos reposando. Luego mezcláis los 250 gr de harina de fuerza, con el agua tibia y la levadura, le añadís unos 30 gramos de salsa de soja, 15 gramos de aceite de oliva y 15 de aceite de sesamo y amasáis.

Esto de amasar es un tostón así que el que tenga Thermomix que la aproveche, yo lo hago a mano y la clave está en amasarlo hasta que la masa quede uniforme y tibia. Un truco es tirar de un trozo de masa si se estira elásticamente es que ya está la masa. Si os cuesta mucho amasarla echad un poquito de agua o mejor mojaos las manos y seguid amasando.

Ya he dicho antes que yo rebajo el aceite de sésamo y también pongo un poco menos de salsa de soja que en la receta original, pero al que le guste que pruebe con 50 gramos de salsa de soja, 50 gramos de agua y 30 de aceite de sesamo.

Cuando tengais la masa lista (si todo va bien unos 20 minutos) la dejáis reposar otros 20 en un bol tapada con un paño en un sitio cálido (la propia cocina suele servir).

A los 20 minutos debería haber doblado su tamaño, si no lo ha hecho dejadla reposar un poco más.


Ahora toca darle forma con el rodillo. Y cuando tengáis algo parecido a un circulo de unos 30 cm de diámetro al horno unos 12 o 13 minutos a 200º .




Hasta aquí podéis tenerlo todo preparado de antemano, los siguientes pasos son muy rápidos y no necesitan casi ningún trabajo.

Deberíais tener algo parecido a esto:




Ahora untamos el queso por encima distribuimos el salmón y el aguacate, cortados en tiras de un dedo de grosor, y añadimos por encima unas cuantas semillas de sésamo.

Lo metemos al horno unos dos minutos, a los que el pescado crudo no les guste pueden dejarlo un poco más, pero no más de cinco minutos y listo.



Es una receta con un sabor distinto y tiene un enorme éxito, por algún motivo que desconozco, entre el público femenino. Esta entrada está dedicada a dos amigas que más de una vez me han pedido la receta de esta pizza y a las que por dejadez no he llegado a enviársela.